“Más preciosa es que las
piedras preciosas;
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella”. (Proverbios 3:15)
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella”. (Proverbios 3:15)
Leyendo en un artículo que circulaba por la Internet, me
llamo mucho la atención las palabras de un icono y experto en lo que
corresponde a la belleza externa que decía:
“La belleza interior no existe, es solo una excusa de las mujeres feas para sentirse bien con ellas mismas”. Eso demuestra lo superficial que es el ser
humano, muchas personas invierten en su vida física, se hacen
cirugías, cuidan de sus cuerpos al extremo, se compran las mejores ropas, las
mejores casas etc… No tienen un equilibrio, nada les complace, solo quieren más y
más y así poder aparentar una felicidad ficticia.
Lo mas importante antes los ojos físicos es esa belleza externa. Son multitudes de mujeres
que se dejan llevar por lo superficial y toman decisiones erradas, que más
adelante les traerán caóticas consecuencias para su vida; la joven que huyo de su
casa con el chico lindo de la escuela, la esposa que engaño a su marido con el
compañero atractivo del trabajo y entre otros casos que vemos en la vida
cotidiana. Pero… ¿Que lleva a una persona hacer tal cosa? ¿Que hace que una
mujer bella se sienta menos que las otras?
Es la falta de esa
belleza interna, como Dios dice en su palabra
“No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo
desecho; porque el Señor no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo
que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón” (1 Samuel 16:7)
No hay nada más placentero que tener esta belleza interior, es algo que no podemos ver, tantear, pero
es muy necesaria para nuestra vida, sé que algunas dirán “Pero es que la
belleza interior nadie la ve, no importa que esté mal, igual no se darán
cuenta, ni siquiera yo la puedo contemplar”… Dime una cosa, ¿Por qué pagas el
recibo de electricidad?, ¿Acaso ves la electricidad?, y ¿Acaso no es importante
para ti? ¡Igual es la belleza interior! Siempre ha estado ahí y nunca la has
tomado en cuenta, y luego te preguntas por qué tu vida está como está.
Ella ocasiona armonía, perfección, admiración y deleite, nada
se compara a ella; es Dios que nos da esta virtud, siempre y cuando estemos limpias y
con una relación pura delante de él; no se compra ni se vende en ningún abasto o súper mercado; no se adquiere
imitación; si en realidad quieres que esta belleza interna fluya, debes dedicar más
tiempo hasta encontrara, para que asi pueda renacer en ti.
No estoy diciendo que la belleza física no sea importante, y
por eso vas a salir a la calle desarreglada, sin peinarte o con la ropa más
desgastada que tengas NO¡. Al contrario teniendo esta belleza interna obtendrás
equilibrio para todos los aspectos de tu vida como madre, esposa, hija, hermana
y amiga; solo nosotras podemos conseguirla, y depende de nosotras, sin importar lo
que piensen los demás; lo único que debe importar es lo que piensa Dios de ti,
si en verdad he hecho lo correcto ante sus ojos.
Por eso querida amiga
vamos a invertir más en nuestra belleza interior que de seguro nos traerá
excelentes resultados y fluirá naturalmente; Solo toma una decisión de verte
bella tanto por fuera como por dentro.
Dios le bendiga con abundancia
Verónica
de Ramírez