“No te heredara este, sino un hijo
tuyo será el que te herede” (Génesis 15-4)

Sara esposa de Abram era estéril, pero aun así
él la amaba mucho.
Cuando
Sara supo de la promesa que Dios había hecho para Abram, ella al principio dudo, porque ella
sabia que era estéril y antes sus ojos era algo imposible. Pero luego creyó, y nació
en ella una esperanza.
Al ver
que transcurrían los años y ya estaba envejeciendo, y aun la promesa de Dios no
se cumplía, fue movida por la angustia y un desespero que la llevo a tomar una
actitud equivocada.
Sara tomo Agar su sierva y la dio por mujer a
su marido Abram. (Génesis 16-4) la cual concibió un hijo de
Abram, esto tuvo consecuencias muy graves para Sara y le trajo sufrimiento, un
trago muy amargo para ella, después de tener una buena sierva, se gano una
rival, y la culpa fue de ella porque no
supo esperar en Dios.
Y
cuantas no son las mujeres hoy en día se apresuran a tomar decisiones
equivocadas, en muchos aspectos de sus vidas.
No
esperan en las promesas que Dios tiene para ellas y por esta causa llevan una
vida de sufrimiento, pasan hacer mujeres frustradas y heridas por un desespero.
Mujer, Dios
tiene para ti cosas muy grandes, promesas infinitas, solo tienes que saber
esperar y no dudar .
“Dios no es hombre para que mienta ni hijo de
hombre para que se arrepienta” (Números 23-19) . No cometas el mismo error que
Sara, ve a delante y espera en la
grandeza de Dios.
Verónica de Ramirez
Dios te honre
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